El show en el Reale Arena, música para los oídos blancos…
No muchos jueves pueden ser tan melodiosos en el fútbol, pero la última visita del Real Madrid al Reale Arena se convirtió en un concierto para Asencio, el joven central que parece tener un club de fans involuntario. Ramón Álvarez de Mon, como siempre, puso el altavoz: «Están más preocupados por la ópera que por el fútbol. ¿Qué harían si fueran sus hijos?».
La Tribu del jueves estaba al completo con Paul Tenorio, Pedro Riesco y más invitados de lujo. Todo para discutir cómo un par de cánticos puede cambiar el ritmo de un partido de Copa del Rey. Parece que en San Sebastián, prefieren el trap al clásico.
Paul Tenorio, vestido de analista, comentó: «Los seguidores de la Real Sociedad se llevaron el Grammy a mejor coro del año. Mientras, Vinicius debutó con su banda nueva: el brazalete de capitán». Y no decepcionó, aunque el árbitro pidió una pausa para ajustar el micrófono en medio del espectáculo.
En una charla que parecía más una revisión musical que deportiva, Jorge Segura comentó que a la Real Sociedad la música le sonó alta, pero no tanto como para ganarle al Madrid a media máquina. Alberto Santacruz añadió con entusiasmo: «Decidieron poner la radio a mínimo volumen, y aún así, la sinfonía blanca superó al rock donostiarra».
Al final, Emilio Contreras, entre notas y goles, señaló: «A la Real le faltó batería, pero lo dio todo. El Madrid, calmado como siempre, tocó lo justo para llevarse la ovación». ¡Qué noche, señoras y señores! La próxima vez que Real Madrid toque en San Sebastián, esperamos entradas en primera fila. Bravo, Asencio, ¡la estrella de la noche!