De hazmerreír a fenómeno del fútbol…
Érase una vez, en el mágico mundo del fútbol, un equipo llamado Barça que sabía protagonizar más chistes que otra cosa. Ah, esos tiempos en los que los despistes defensivos del Barça parecían un sketch de comedia. La noche lisboeta de los ‘ocho regalos’ de Flick dejó más memes que goles. Pero, ¿adivina qué? Ese Barça ahora se ha tomado una pócima mágica y se ha transformado en una máquina de hacer fútbol tan letal que hasta los robots de Astro Boy se quedan parados, maravillados del espectáculo.
Hoy en día, los partidos de los azulgranas parecen sacados de una película de acción sin pausa: roba balones como quien colecciona cromos y mete goles a un ritmo que haría palidecer a un velocista olímpico. Esto claro, es todo risas y diversión para los culés; sin embargo, para los valientes rivales que intentan detener este torbellino, la experiencia es equiparable a intentar frenar una estampida de ñus en el Serengeti, con camisetas azulgranas en lugar de cuernos.
Y ahí estaba el valiente Dortmund, pues sí, plantándose frente a este monstruo del motor futbolístico. Ya te digo yo, esos chicos seguro que no sabían si venían a jugar al fútbol o a una feria de atracciones llena de montañas rusas. Uno puede hacerse socio del CLUB MARCA para seguir estas aventuras épicas, como si estuviera coleccionando cromos raros. ¡El Barça 2.0 ha llegado, y prepárense para un remolino de goles y estrategias tipo Tetris!