Del Manchester a la guerra de los galácticos…

¡Ay, Beckham! Esa melena al viento que casi se confunde con las arenas del desierto blaugrana. Resulta que aquel recuerdo glorioso de ‘Los Galácticos’ del Madrid estuvo a punto de tener un giro de guion digno de película taquillera. Imagina a Beckham corriendo por el Camp Nou, cortando más que pelo con sus tiros libres… al mismísimo estilo Sansón pero con botas de oro. Florentino, aquel visionario recogedor de estrellas, logró convencer al rubio británico de que permaneciera fiel a su destino madridista como un héroe de tebeo.

El bueno de David reveló entre risas, en una entrevista tan inesperada como un pase de rabona, que el Manchester United intentó enviarlo directo al abrazo tentador de Joan Laporta en el Barcelona. ¡A estas alturas del cuento solo faltan ovnis para completar la sorpresa! Pero nuestro rubio fascinado por los atardeceres madrileños dijo no, no, no con más convicción que una canción pegajosa de verano. Y así, el destino le dio al Real Madrid un genuino inglés que, en lugar de beber té, levantó una Supercopa y una liga al cielo de Madrid.

La historia es que, mientras Beckham estaba tomando mojitos en alguna playa paradisíaca, le dieron la noticia que dejó boquiabierto hasta al mismísimo Torre Eiffel: ‘Vas al Barça’. Ah, qué risa eso de vender a Beckham mientras miraba el horizonte, seguro que hasta el sol se escondió en semejante momento. Claro, los despistes son comunes en las vacaciones, pero Beckham lo tenía claro: si iba a cambiar las tormentas inglesas, sería por el cálido abrazo de la diosa eterna de Madrid. Y el resto, como diría un narrador con sombrero y látigo, es historia archivada en el Salón de la Fama del fútbol.