¿Fútbol o el Juego de la Oca?…
¡Señoras y señores, agárrense porque Brahim Díaz ha vuelto a darle al botón de reinicio! Hace un añito, el joven jugador subía como la espuma en una bañera llena de ilusiones. Era como el protagonista de una telenovela que pasaba de vendedor de churros a magnate del petróleo en un abrir y cerrar de ojos. ¿Y quién no querría un cambio así? Seguro que hasta el confesor de Ancelotti respiraba tranquilo cada vez que lo veía en el banquillo.
Pero, ay, amigos, cuando parecía que el fútbol le sonreía más que al dentista del Ratón Pérez, la temporada comenzó con un giro de guion digno de película de suspense. Para Brahim, cada vez que Bellingham faltaba a su cita con el césped, se abría una brecha dimensional que lo convertía en el héroe del videojuego «Salvando al Real Madrid». Cada minuto en el campo era como encontrar un billete de cincuenta en un chaquetón viejo.
Eso sí, si creías que esto era todo, estás tan equivocado como un pulpo en un garaje. La exclusividad ha llegado hasta a los titulares, así que si quieres saber si Brahim se convierte en caballero Jedi o hace pacto con los dragones, ¡bienvenido al club del misterio! Eso sí, lleva palomitas, que esto va para largo.