La samba busca director de orquesta…
En Brasil, el fútbol es casi una religión y su selección anda rezando por un milagro. Tras un tango desagradable en Argentina, Dorival está en la cuerda floja esperando un posible adiós. El país canarinho debate si fichar a Ancelotti o seguir de fiesta con un técnico interino en su conga hacia el Mundial de 2026.
La Federación Brasileña, con más dudas que un estudiante en su primer examen, soñaba con Ancelotti. Pero el técnico del Real Madrid les dio un portazo y se fueron tambaleando como tras una noche de carnaval. El espíritu futbolero está de capa caída y los aficionados piden a gritos una solución, aunque sea temporal, que devuelva el ritmo ganador a estrellas que parecen fuera de compás.
A la espera de Ancelotti, que aún tiene compañía en el banquillo madrileño, el gran dilema es: ¿buscar un director de orquesta antes de la gran reunión balompédica mundialista o poner la voz en piloto automático? Sea como sea, el Brasil futbolístico debe pensar bien sus jugadas porque su afición está lista para bailar al son del mundial, y cualquier pasito en falso podría acabar en samba-topicazos. La Federación, mientras tanto, cruza dedos en busca del director perfecto para esta sinfonía.