Ancelotti y Florentino: ¿técnico o camarero?…

Florentino Pérez, el superhéroe de corbata y pelo impecable, sacó la cafetera de su capa y se la ofreció a Ancelotti, el maestro de las cejas levantadas. No sabemos si hablaron sobre táctica, alineaciones o el clima de Valdebebas, pero dicen que entre sorbo y sorbo, Florentino le lanzó esa mirada que dice: «Confío en ti más que en mi estilista, Carlo». Con un café espumoso de por medio, sellaron su pacto de confianza mientras apostaban quién gastaba menos en peluquería.

A pesar de los rumores que dicen que Ancelotti podría terminar vendiendo caipirinhas en la playa de Brasil con camiseta de ‘pentacampeón oficial’, Florentino lo tiene claro: Ancelotti es su hombre… al menos hasta que Xabi Alonso decida si prefiere comprar aspirinas en Leverkusen o venirse a las soleadas tierras madrileñas. Y que conste: nada de hipotecas ni chanchullos, aquí todo lo que se invierte es el luxe capilar de Florentino.

En una temporada de angustia, donde Ancelotti ha hecho equilibrio como equilibrista sobre monociclo, pasando por eliminaciones cardíacas, el Real Madrid sigue en pie al estilo de los tres cerditos tras el paso del lobo. Inevitablemente, este dúo dinámico decidió que seguirán juntos, de la mano, hasta que la Liga o el café se enfríen.