El eterno héroe en modo espera…
En un universo paralelo llamado La Fábrica, donde los futbolistas son moldeados con el mismo esmero que los churros en la churrería de la esquina, existe un héroe que no lleva capa, pero sí brazalete. Se trata de Jaime Calleja, el Houdini del defensa, que por alguna razón, más misteriosa que la receta de la Coca-Cola, todavía no ha debutado con el Castilla. ¡Calleja, el capitán más masoquista del Madrid C, ha tocado tantas veces la puerta de Raúl que no estaría mal intentar con una llave inglesa!
El bueno de Jaime, que lleva más tiempo en el club que los tornillos de las porterías, llegó a Valdebebas a la tierna edad de 8 años, directo de la liga benjamín. Desde entonces, ha acumulado más ascensos que un montacargas en un rascacielos. Pero como suele ocurrir, mientras sus compañeros cruzaban la meta de los sueños hacia grandes ligas, como si fuese la pasarela de las estrellas, él seguía siendo el pilar inamovible del Madrid C, sufriendo dolores de espalda que harían que incluso un fakir pidiera una pajita.
Esta temporada en el Madrid C, mientras sus vértebras chirriaban a ritmo de heavy metal, Calleja se ha convertido en un gladiador sin beca en un coliseo de Segunda RFEF, cargando con el equipo en sucesivas batallas para salvar la categoría. Fue ahí donde, en un duelo más emocionante que el final de un culebrón, logró liderar a su legión hacia una agónica pero gloriosa salvación. Ahora, con modo espera activado para el Castilla, y con una cola de clubes interesados en el «capitán biónico», solo podemos exclamar: ¡Ánimo, Calleja, el mundo aún no ha visto lo último de ti!