Jugadores sudan más que un pingüino en el Sáhara…

Amigos del fútbol y de las duchas de sudor, hoy viajamos a un torneo donde los jugadores podrían ensamblar un ejército de toallas mojadas. ¡Bienvenidos al Hard Rock Stadium! Imaginaos a Trent Alexander-Arnold, estrella del Liverpool, intentando jugar al fútbol en una sartén. «Es como jugar con un horno“, confesó Trent en Inglaterra. Pero, por si alguien olvidó al chef de este sauna, Huijsen apareció como un champiñón en rodajas, aún sudando y declarando: “Creo que me veis que sigo sudando”. Un verdadero espectáculo acuático.

Los valientes del Real Madrid y Al Hilal se enfrentaron a las 15.00, en la hora punta del calor, con una sensación térmica de 40ºC. ¡Ni el desierto con sombrero soportaría tal fornimiento! Tanto jugadores como periodistas jugaron una liga aparte: «¿Quién consigue la mejor sombra?» o «Ciencia ficción: el autoaventado sudor». Y claro, con semejante calor, buscaron sombras más rápido que Supermán en busca de una cabina.

Hasta el árbitro decidió dar un ‘break’, porque hasta los superhéroes necesitan agua fría. Momento oro: ¡carrera de hidratación! Xabi Alonso orquestó a su banda de refrescantes expertos con toallas tal que espías en misión secreta. En un maratón de enfriamiento, cada quien actuaba como si el agua fuera grandiosa como el oro olímpico. Y sí, al final, repitiendo como mantra: «¡Sudamos juntos, refrescámonos juntos!». Porque el fútbol bajo el sol nunca fue tan acuático… ni tan cómico.