El francés ausente hasta después del parón…
Eduardo Camavinga vuelve a ser la estrella, pero no en el campo sino en la enfermería. El pobre francés, que se imaginaba arrasando como un tornado en la temporada, ha quedado fuera de juego por un esguince que parece haber decidido tomarse unas vacaciones prolongadas. En teoría, su recuperación iba a ser un paseo de diez días, pero ha sido tan larga que ya parece que el esguince se ha apuntado a un curso de meditación. Mientras tanto, Camavinga acumula en su calendario días tachados esperando su gran regreso después del parón de selecciones.
Camavinga ha estado trotando suavemente por el césped de Valdebebas, aunque aún no se une a sus compañeros en el campo. Imagina a Xabi Alonso jugando al Tetris con su plantilla, buscando dónde encajar a sus jugadores mientras su estrella sigue practicando levantamientos de hierba. Con el mediocampo reducido a lo esencial, y Bellingham también fuera de combate hasta octubre, esperar que alguien más no se lesione es como esperar que un gato aprenda a ladrar. Real Madrid espera que septiembre sea igual de benévolo con Camavinga como un helado en un día caluroso.