¿Un conjuro en el Bernabéu?…

Parece que Eduardo Camavinga decidió tomar unas vacaciones prolongadas en el misterioso reino de las lesiones. La última vez que este mago del balón foi avistado en el campo fue cuando los dinosaurios todavía paseaban por el estadio, digo, el pasado 23 de abril, cuando se enfrentaron a los poderosos dragones… perdón, al Getafe. Ese partido fue como asistir a una audición de Ópera, lo recordamos con claros gestos de dolor, como si su abductor izquierdo quisiera irse a vivir a la luna sin él.

El parte médico de Real Madrid fue tan esperado como la última entrega de una famosa serie de TV. Tras exhaustivas investigaciones de CSI: Bernabéu, los doctores del ‘6’ madridista diagnosticaron una rotura completa del tendón del abductor izquierdo. Parece que el tendón planeó su retiro en Riviera Maya, pero todavía está «pendiente de evolución». Esto suena a novela por entregas; estamos todos mordiéndonos las uñas esperando el próximo capítulo de esta épica saga médica.

En el mientras tanto, el público del Bernabéu está en modo detectives. ¿Será que Camavinga está aprendiendo alguna danza tribal en el Amazonas mientras todos creemos que está en su sofá? Quisiéramos verlo de nuevo en el campo, no sea que el Getafe empiece a creer que intimidó tanto al galo que lo mandó a otra dimensión. ¡Vuelve pronto, Eduardo, que queremos tus pases de alquimista en el campo, no en la enfermería!