Una piña blanca directa a octavos…
En un universo alternativo llamado ‘entrenamiento del Real Madrid’, nuestros héroes Camavinga y Rüdiger han decidido que la estrategia de juego incluye un cursillo breve de lucha libre. Allí, en las soleadas instalaciones de Miami, se acercaron a Rodrygo sigilosamente, como cebras ninja en puntillas, y desataron una simulación de pelea más suave que almohada de hotel cinco estrellas. Las carcajadas de Rodrygo hicieron eco hasta en la última nube del cielo, mientras el resto del equipo se despatarraba de risa.
Entre risas y ‘puñetazos’ de algodón, el ambiente en el grupo era más fresco que una sandía en agosto. El entrenador Xabi Alonso debe estar pensando que si el fútbol no da sus frutos, podría organizar un circo. Porque si algo ha quedado claro, es que estos chicos tienen más química juntos que un par de erlenmeyers en hora punta. Y sí, en este laboratorio futbolístico los experimentos salen fenomenal.
Así, entre bromas y entrenamiento, el Real Madrid se ha vuelto la piña más unida del campo. Con Mbappé en plan torbellino y Bellingham brillando como supernova, parecen listos para conquistar el título y dejarnos a todos con la boca abierta y los lados adoloridos de tanta risa. La piña blanca, señorxs. Esa es su arma secreta.