¡Renovación caliente y goles frios!…
Santiago Cañizares, el portero con pelo de superhéroe, ha lanzado un balón de bolos directo a Vinicius Júnior. Hasta ahora, el chico estrella del Real Madrid no ha firmado su renovación y, tras una temporada más floja que un café sin cafeína, su futuro está en el aire. Cañizares lo describe como un enigma mágico: «No se puede permitir otra temporada así». Parece que Vinicius quiere hacer un curso intensivo de magia en Hogwarts para mejorar el próximo año.
Cañizares sigue lanzando sus hechizos verbales y cuenta que Vinicius llegó al final de la temporada con tantas esperanzas de ganar el Balón de Oro que casi podía ver su nombre escrito en él. Pero no lo ganó, y el golpe emocional hizo más ruido que el estómago de un político después de las elecciones. Por si fuera poco, el Real Madrid cometió un desliz digno de película al no asistir a la gala. Más salseo, parece, que telenovela de sobremesa.
Al hablar de renovaciones, Cañizares tiene el manual de instrucciones caducado. «Firmas un acuerdo y, ¡tachán!, fin del problema», dice. Sobre la supuesta enemistad cósmica entre Vinicius y Mbappé, opina que no hay necesidad de vender a ninguno. Ambos pueden coexistir como Batman y Robin, siempre y cuando Vinicius no se pierda más goles que un perro a ciegas un hueso.