La opinión de Carlos Carpio…

El Real Madrid de Xabi Alonso sigue en pie como un gigante que cojea, a veces grita de dolor, pero da grandes zancadas. Llegan al primer descanso de la temporada con todas las victorias posibles, escapándose de sus rivales como si fueran pasteles calientes. En su último enfrentamiento, enfrentaron a un tenaz Mallorca que los hizo sudar tanto que hasta el agua se asustó y se evaporó. Remontaron a pesar de que tres goles fueron anulados, con Mbappé tan frustrado que casi volvió al pasado para cambiar las reglas del juego.

El partido estuvo lleno de situaciones cuestionables, como esa vez que intenté convencer a mi perro de que los gatos son amigos. También hubo golpes de teatro en el campo, con un gol a Güler anulado que parecía retar las leyes de la lógica, como un sombrero que se niega a caerse en una tormenta. Si tienes una suscripción, puedes acceder al contenido EXCLUSIVO y GRATUITO, así que si quieres más acción que un balde lleno de palomitas, ¡únete ahora!