Un penalti Panenka que encendió las alarmas…

¡Ay, mi madre! Lo que parecía una clásica escena de «¡vámonos al descanso!» se convirtió en la mejor telenovela en el túnel. Carvajal, como un líder de manada, esperaba pacientemente a los jugadores del Arsenal mientras repartía ánimos cual abuela dando caramelos en las fiestas. Pero cuando vio a Saka, el tiempo se detuvo. Fue un encuentro más esperado que el de Batman y el Joker. Danielito, quien parece estar esponsorizado por una marca de asesoría para enfados, se lanzó a por el inglés cual toro viendo el rojo. ¿El motivo? Un penalti estilo Panenka, como esos que le encantan a Pancho Villa. ¿Falta de respeto? ¿Capricho estético? Quién sabe, pero lo que vino después fue digno de un dramón de sobremesa.

Carvajal, el detective del honor futbolístico, endosó una palmadita en plan «besito de abuela» en el pecho de Saka esperando que eso calmara el espíritu británico. Pero claro, nada calmó. El capitán, con la energía de un entrenador Pokémon, continuó su cruzada lanzando palabras al oído del pobre Saka, como si quisiera venderle una enciclopedia de tácticas defensivas. Y cuando la cosa pintaba más tensa que un partido de ajedrez a muerte, apareció Ben White. La escena se convirtió en una conga futbolera, con White defendiendo a su compi cual cabo en misión imposible.

Y ojo, que esto no se queda aquí. Esta pasarela de emociones podría llevar a Carvajal rumbo a la oficina de la UEFA. Como un divertido déjà vu, recordamos el incidente de Xabi Alonso, el maestro Zen del mediocampo, que una vez hizo un «¡yo también quiero!» en el campo y terminó viendo la Supercopa desde su encantadora butaca. Así que Carvajal, prepara las palomitas y el traje de buena conducta, ¡que se viene telenovela europea!