¡Choque de titanes con tintes de serie cómica!…
La Copa del Rey es como un chiste recurrente, esas bromas que sabes que te harán reír hasta cuando ya te las sabes de memoria. Cuando el Barça y el Madrid se ven las caras en este torneo, las emociones y los tacos vuelan más rápido de lo que algunos porteros sueñan con detener un balón. En ocho ocasiones se han enfrentado para decidir quién se lleva la tortilla más gigante de la gloria. El Real Madrid va ganando por poco, con cinco victorias contra las tres del Barça, pero esos números no cuentan las carcajadas y los dramas que cada encuentro clásica ha dejado.
La primera opción republicanó-futbolística fue en 1936, donde el Madrid (sin el ‘Real’) pensaba más en goles que en política, por lo que sonrió con un 2-1 en plena Valencia. Pero la comedia no entendía de tiempo, y no fue hasta 1968 cuando el Barça anotó en propia meta el gol de oro. Hubo quien dice que el balón hizo más vueltas que un carrusel del parque. Luego vino el ’74 donde el Barça de Cruyff sufrió un resbalón monumental, estilo resbalón de película de pastel de crema, al perder 4-0.
Llegaron los 80 y la cosa iba como en una novela dramática, con el Madrid plantado como un villano y el Barça, a lo Rocky Balboa, remontando con Maradona en modo superhéroe. Los 90 convirtieron esto en una telenovela con Koeman y Ronaldo de actores invitados. Pero qué va, la era moderna trajo las escenas de acción. En 2011 y 2014, el Madrid se vistió de ninja veloz con Bale corriendo más rápido que el Coyote tras el Correcaminos, dejando a Bartra comiendo polvo en Mestalla. Porque aquí, el fútbol del bueno siempre tiene una pizca de comedia y drama digno de un clásico… de verdad.