El drama de porteros en el Real Madrid…

En el Real Madrid, la portería está más disputada que el último trozo de pizza en una fiesta de adolescentes. El maestro en hacer incursiones, Thibaut Courtois, parece dispuesto a conquistar nuevamente el arco para la final de Copa. Ancelotti, como buen mago del despiste, no confirma nada, pero suenan campanas y el favorito para la gran cita es el flaquito belga, que salta a los balones como un cazador de mariposas en primavera.

Parece que el pobre Lunin está viviendo su propio guion de comedia romántica… con final agridulce. Su romance con la titularidad en Copa se vio empañado por una lesión traicionera, justo cuando estaba en su mejor forma, igual que Romeo olvidando su parlamento en la obra escolar. Lunin ha defendido el arco con esmero en cinco partidos, aunque ocho goles en contra podrían ser demasiadas ‘visitas’ a su red. Y por si la desventura no fuera lo bastante seria, su contrato con la oportunidad se ha roto más rápido que la cuerda de un yo-yo en un día de viento.

La vez anterior, Lunin también vivió el déjà vu de ser el príncipe destronado por Courtois justo antes de la gran final. ¡Ay, la ironía! Como el ciego que lleva gafas de sol, este portero suplente experimenta la falta de protagonismo con una paciencia a prueba de balones. Ante el desafío del ya legendario juego contra el Barça, el futuro es incierto. ¿Se repetirá la historia? ¿O tendrá la oportunidad Lunin de cambiar su destino esta vez? El arco del Real Madrid es, sin duda, un teatro de tragedia y comedia deportiva.