El portero y la odisea del empate mundialista…
¡Atención, terrícolas del fútbol! El sumo guardián del arco merengue, Thibaut Courtois, ha lanzado una verdad universal desde la zona mixta: cambiar cuatro años de jugadas como si fueras Harry Potter no es posible en solo cuatro días. En su debut en el Mundial de Clubes contra el Al Hilal, el héroe belga del Real Madrid se ha enfrentado a un empate que se sintió como un penalti en los recreos de colegio.
Courtois no se inmuta por un poco de calor en el campo, aunque claro, es él quien menos corre. Mientras sus compañeros sudan cada gota de calor, Thibaut se planta firme, cual estatua de mármol, para recordar al universo que si después de cuatro años con el mismo peinado cuesta cambiarlo, imagina cambiar todo un equipo. Menos mal que puedes ajustar el juego con un toque más agresivo, pero siempre con estilo.
La misión de conquistar el torneo sigue, mientras el equipo se prepara para enfrentarse a rivales con la tranquilidad de un caracol en chaleco antibalas. Courtois asegura que aunque el empate no sea un bocadillo delicioso, el equipo está en proceso de horneado a punto de salir crujiente. Parece ser que mientras el equipo sigue el camino de los planetas, el futuro aún está lleno de heroicidades por mostrar al mundo del fútbol.