Bélgica pierde al portero estrella por sacroiliquis…

¡Atención fanáticos del balón redondo! Real Madrid acaba de soltar una bomba médica que ni los mejores guionistas de dramas futbolísticos hubieran imaginado. El mismísimo Thibaut Courtois, guardián de los goles ajenos, ha sido diagnosticado con una ‘sacroilitis’. Dicen que es una cosa que suena a hechizo en latín, pero resulta ser una condición casi tan molesta como encontrar un hueco en el Bernabéu para aparcar el día de partido.

Nuestras queridas articulaciones sacroilíacas – ¡que según los expertos están más escondidas que un árbitro justo en un partido polémico! – se han puesto más tercas que un balón que no quiere entrar en la portería contraria. Esto se traduce en contracturas dignas de un partido de liga de barrio, afectando tanto la zona de los glúteos como la baja espalda de nuestro superportero. Y cuando duele, ese dolor viaja más que un futbolista en año de fichajes.

Las ilusiones de la selección belga de verlo en el campo se han quedado con tanto suspenso como los exámenes del instituto. Justo cuando todo parecía ir viento en popa con el nuevo seleccionador, Courtois tendrá que ser espectador desde la tribuna para los encuentros contra Macedonia y Gales, por un mundial que parece más lejano que ver a un árbitro celebrando en una barra de bar. ¡A recuperarse, Thibaut! Toda una liga de glúteos te espera.