El show de Ronaldo en el Bernabéu…

Allá por los tiempos en que los relojes de arena estaban de moda y los unicornios jugaban al fútbol, en 2018, Cristiano Ronaldo bordó un espectáculo digno de una supernova. El Real Madrid y el PSG se encontraban bajo las luces y gritos del Santiago Bernabéu en octavos de la Champions. Imagina a Mbappé, en plan groupie, mirando a su ídolo Ronaldo, aún con carteles de CR7 en su habitación, mientras este hacía magia con los pies, como si tuviera varitas mágicas en las botas.

El 14 de febrero, día del amor, Cristiano decidió que ese sería el momento perfecto para romper corazones parisinos. Adrien Rabiot fue el Valentín del PSG, metiendo la pelotita al fondo de la red primero, pero Cristiano, con ojos de halcón, marcó dos goles que hicieron bailar a la defensa rival como si de un baile de salón se tratara. Después, el bonachón de Marcelo, con un oportunismo digno de un ninja, puso el 3-1 definitivo.

Ah, pero la historia no termina ahí, tampoco. El 21 de febrero, Ronaldo volvió a París con la misma precisión que un reloj suizo gigante y mandó la pelota al fondo con un cabezazo que ni un canguro en sus mejores días. Fue como si el portugués, con una sonrisa traviesa, dijera a Mbappé: “Para ser el rey, primero mira al mago». Ahora en 2025, Mbappé ya es el príncipe del Real Madrid, listo para escribir su cuento, esperando incansable por su momento de gloria.