Un central que deja huellas en el césped… ¡literalmente!…
¡Ladies and gentlemen, resulta que el Real Madrid ha fichado a un central que suena como una marca de aspiradoras de lujo! ¡Dean Huijsen! En solo tres días ya se ha vuelto el tema de conversación hasta para las abuelas que van a la compra en la esquina. Este pequeño velocista destreza más en cancha en 48 horas que el Wi-Fi del estadio en una final de Champions. Porque, amigos míos, si salir a jugar fuera tan fácil como salir a comprar una barra de pan, todos seríamos leyenda del fútbol.
Este tal Dean, con su andar altivo y esas medias más caídas que los ánimos de un hincha tras una derrota, ha llegado para organizar el caos madridista. Es como si dispusieras de una batidora para tu ensalada o un GPS para tu ruta en bicicleta. Va por el campo como si bailara una conga, repartiendo el juego desde su posición. De que Xabi Alonso ya tiene su clon misterioso al lado del círculo central ¡es un hecho! La próxima vez que salga a tirar la basura, temblará la liga.
Y precisamente hablando de temblores, a nuestro amigo Huijsen ya lo comparan con Rüdiger y Tchouaméni. Pero lo increíble es que hasta los profesores de Hogwarts ya quieren que explique cómo deslumbrar tanto en tan poco tiempo. Queda tiempo y mucho fútbol por delante, pero este chico promete ser la estrella que haga brillar el Santiago Bernabéu hasta el infinito… ¡y más allá! Huijsen, Houdini o el hombre de las mil hazañas, lo llamen como lo llamen, este joven tiene talento de sobra para hacerlo realidad.