Un manicomio llamado Santiago Bernabéu…

Estás bonito. Vas al Bernabéu una noche de Champions y esperas ver milagros, como si entraras al circo y los leones empezaran a hacer magia. Sí, todo es posible en la casa del Real Madrid, donde no te sorprendas si ves a un futbolista llevando los valores a la práctica mientras un unicornio vestido de árbitro pita un penalti. Los madridistas activan su sonido envolvente, agitan varitas invisibles, y tachán, ahí está la mística. Rivales, tomen nota. Este es quizás el único lugar en el planeta donde la lógica del fútbol se descubre tomando clases de prestidigitación.

Enfrentan al Arsenal con tres goles de desventaja. Dicen los escépticos que es como intentar llenar un agujero negro con chicles. Sin embargo, en el Bernabéu trampos del tamaño de un gigantesco erizo con un balón las cosas son diferentes. Los defensores de la blanca camiseta invocan la épica como quien pide otra ración de mantas en invierno. Y aún perdiendo 3-0, nunca pierden el menú de milagritos con el café del palco.

Jorge Amor, maestro del humor y autoproclamado sabio de lo inexplicable, aparece con otro vídeo que promete sacudir más la locura madridista que una noche de Champions. «¿Remontar 3 goles al Arsenal?» dice, carcajadas de fondo, como si pretendieran conseguirlo solo con ensayar la lengua trucada. Madridistas y humor se combinan en una fórmula que ni el mismísimo Houdini podría explicar. Bienvenidos al asilo de lo imposible.