¡Juventud a prueba de balas en defensa!…

Resulta que Arbeloa ha encontrado su propia fortaleza de la juventud perdida en el Real Madrid Castilla. Unos mozos de 2007, o sea, adolescentes que aún creen que los de 35 son viejos, lideran la revolución defensiva. Jesús Fortea, Diego Aguado, Joan Martínez y Víctor Valdepeñas, esos bebés con carnet de identidad, han sido fichados con más seguridad que el yogur favorito de tu abuela en Nochebuena. Estos ‘teenagers’ son el nuevo ‘muro’ del Castilla en el campo: tan joven y prometedor que mi abuela quiere adoptarlos para que le ayuden a plantar geranios.

Y mientras Arbeloa planea su muralla en defensa, en la ofensiva Mario Rivas aparece como una de las esperanzas del equipo, tanto, que incluso podría juntar balones antes de los partidos. Rivas junto con Joan Martínez, que está a una lesión menos de ser el nuevo amo del cotarro, formarán la nueva ‘patrulla canina’ del Castilla. Con la polivalencia de Diego Aguado y Valdepeñas, que juegan en más posiciones que un multiposición de IKEA, Arbeloa confía en evitar que el balón haga una visita indeseada a la red del Castilla.

Por otro lado, Lorenzo Aguado se despide y David Jiménez está en un dilema existencial digno de telenovela: «¿Debo quedarme o irme, y dónde pongo las maletas?» La defensa es casi como una mesa de ruleta, con las fichas moviéndose entre ofertas de clubes y deseos de quedarse. ¡Sálvese quien pueda! Mientras, Lamini Fati se encuentra haciendo la pretemporada y tiene pinta de estar más ilusionado que un niño con su primer balón de reglamento. No se descarta un refuerzo más, porque en defensa, ¡cuantos más, mejor! Todos esos planes y expectativas hacen que parezca que Arbeloa no quiere un equipo, sino su propio ejército invencible.