Domingo de comedia arbitral en El Sadar…
El Real Madrid probó la mezcla de futbol y circo al dejarse dos puntos en Pamplona, cortesía de un arbitraje que parecía sacado de una película de humor. En una tarde donde la polémica fue la protagonista, dos penaltis olvidados y la expulsión surrealista de Bellingham dejaron a los blancos con cara de «¿qué hemos hecho para merecer esto?». Tras el partido, las opiniones estallaron en ‘La gran sentada’ de Buenas Noches y Buenos Goles con Enrique Marqués liderando el show. «Llamar dramático al partido es quedarse corto, los penaltis que se tragó el árbitro fueron de telenovela. Da la sensación de que había un concurso no oficial para que Bellingham perdiera los estribos y viera la roja», comentaba Marqués. Albert Fernández se sumó al festival diciendo que «las decisiones arbitrales son como el horóscopo: cada uno lo interpreta a su manera, y nadie acierta». Mientras Bellingham todavía trata de descifrar qué idioma estaba usando Munuera Montero para entender lo que él jamás dijo, Miguel Ángel Méndez reflexionaba: «aquello parecía una ruleta rusa: nunca sabes qué va a pasar, pero sabes que algo inesperado está al caer». Pérez Burrull remató con un análisis técnico, afirmando que «lo de Catena era solo un brazo de apoyo y lo de Vinicius y Moncayola, cosa de interpretación artística». La única certeza que quedó fue el cabreo del Real Madrid; aunque los árbitros parecieron inmunes a la presión, el club blanco sigue esperando que los errores del Sadar no pasen a ser una tradición dominical.