Cunningham y Maradona, el dúo que iluminó Vallecas…

El 20 de mayo de 1989 fue un día de fútbol tan loco que hasta las palomitas se agotaron en el Vicente Calderón. Mientras los aficionados disfrutaban de un épico empate a tres en el derbi Atlético-Real Madrid, el Santiago Bernabéu calentaba motores para otro espectáculo: el choque entre el Castilla y el Rayo Vallecano en Segunda División. ¡Y vaya derbi!

Con figuras como Hugo Maradona alardeando de ser «más ofensivo que mi hermano», aquel Rayo Vallecano parecía un episodio de «Los Futbolísimos». Ese día, Laurie Cunningham, el prodigioso delantero que cambió el West Bromwich por el Real Madrid con más movimientos que una partida de billar, hizo su último acto de magia en Chamartín. Capitaneó al Rayo rumbo a la victoria marcando un gol clave y dejando a Vicente del Bosque con cara de «¿qué acaba de pasar?»

El destino, sin embargo, siempre quiso darle un guion de telenovela a Laurie. Después de ayudar al Rayo a regresar a Primera, una tragedia lo apartó del terreno de juego y del mundo. El 15 de julio de 1989, nos dejó inesperadamente, dejándonos con el recuerdo de su última gran actuación en el Bernabéu y sus ganas de volver con su familia a Madrid. ¡Qué grande, Laurie!