Unos fans que parecen tener un GPS emocional…

Valdebebas, ese lugar donde las estrellas del Madrid intentan pulir su brillo antes de los partidos, se convirtió en un improvisado Hollywood con una pancarta de «vergüenza» que trató de robarle el protagonismo al mismísimo capitán del equipo. En un giro de guion digno de una película de acción, la seguridad privada, en modo James Bond, desactivó el artefacto con la habilidad de un espía británico, llevándose consigo la palabra «vergüenza» mientras los seguidores miraban boquiabiertos.

A la salida de los jugadores, la escena fue digna de una ópera tragicómica. Medio Valdebebas todavía se pregunta si algunos fans asistieron con un GPS emocional defectuoso: algunos indicaban «insultos» mientras otros preferían la opción «aplausos», todo al ritmo de los motores de los coches de lujo. La confusión era tal que uno podría pensar que seguían un mapa del tesoro emocional, con «vergüenza» como destino final.

El partido acabó con los coches de los jugadores abandonando la escena como quien huye a toda velocidad de una invasión de zombis. Pero tranquilos, nadie resultó herido en el ataque, excepto quizás algún ego futbolístico, que volvió a casa en modo «partida guardada» para intentar ganarse los aplausos la próxima vez. ¿Habrá un próximo capítulo? Quítense las pancartas, pero no las sonrisas.