Carletto, el motivador del siglo…
Parece que los jugadores del Real Madrid tuvieron un domingo digno de una tragicomedia griega, cuando el ilustre Valencia les dio una patada en la autoestima en el mismísimo Santiago Bernabéu. No, ni siquiera la calculadora mágica de puntos perdidos ante el Barcelona pudo animar a los madridistas, que parecían más cabizbajos que un pavo en Navidad. ¡Ah, el honor perdido! La afición del Madrid se convirtió en un coro helénico, soltando quejas al viento cual cantos rodados de reproches por las colinas del césped.
Ante tal situación dramática, Carlo Ancelotti, conocido ya como el ‘Carletto Motivator’, irrumpió cual súper heroína con megáfono en mano, recordando a sus jugadores que no todo estaba perdido y que el césped es para comer, no para llorar. El buen hombre les dijo que LaLiga era un pastel todavía al alcance de sus dientes futbolísticos, pero que primero tenían que salir aijrejados a morder las galletas del Arsenal como si fueran las últimas en la despensa de un campamento de verano.
Mientras el vestuario blanco intentaba digerir el inesperado batacazo, con más café que en toda Colombia, Ancelotti les cerraba el pesimismo con un «¡Dejad los pañuelos! La Champions lo cambia todo, mis merengues audaces». El técnico hacía danza motivacional antes del duelo del martes, recordando que el objetivo es vestir el presente con gloria. Así, el mensaje fue claro: nada de lamentarse, porque el camino hacia la victoria pasa por olvidar el show de Valencia y centrarse en dar el espectáculo intercontinental contra el Arsenal. ¡Y en Londres, el escenario ya les aplaude!