Fiesta de Despedidas en la Casa Blanca…

En una tarde que promete más emoción que un malentendido entre gatos y láseres, el Real Madrid y la Real Sociedad se enfrentan en el mítico Santiago Bernabéu para despedirse como si fueran los mejores compañeros de pupitre en un campamento de verano. Don Carlo Ancelotti, con su característica ceja más levantada que una antena parabólica, dirigirá a los blancos por última vez mientras los aficionados intentan contener las lágrimas con pañuelos tan grandes como una portería. ¡Y qué decir de Modric! El genio croata jugará su último partido antes de colgar las botas o quizás darles una segunda vida como jarrones en su salón.

Vinicius, el niño prodigio que corre más que un velociraptor persiguiendo su almuerzo, ha decidido estampar su firma en el césped para la ocasión. Sin embargo, el Real Madrid parece haber sido objetivo de una epidemia de bajas digna de una película de zombies, con nombres como Camavinga, Militao y muchos otros fuera de combate. Los misteriosos poderes de Ancelotti se verán desafiados sin contar con su plantilla estelar, pero el Bernabéu nunca ha sido testigo de una despedida convencional.

Por su parte, la Real Sociedad llega con la elegancia de un pingüino en una boda real, esperando escalar posiciones más rápido que un gato subiendo por una cortina. Sueñan con un final feliz que les catapulte al paraíso de la mitad superior de la tabla. Ambos equipos están listos para un partido de película, aunque los aficionados probablemente esperen más abrazos y te quieros que goles. ¡El fútbol es impredecible como encontrar un balón redondo en una tienda de melones cuadrados! ¡Que empiece el espectáculo!