Cuando el hielo es el verdadero MVP…
El novedoso apagón de alimentos nos deja una lección que ni en Hogwarts aprendieron: el hielo es el Rey León del reino. Claro, todos sabíamos que las noches memorables dependen de esas pequeñas rocas cristalinas que sobreviven más tiempo que nuestros sueños de futbolistas. Pero nuestro amigo Rüdiger, cual villano de novela rusa, se dedicó a derrocharlo como si fuera Bill Gates en un Black Friday de frappuccinos.
¡Mal, Antonio, mal! Porque aquí hay un acta que merece más sanción que un defensa en la final del Mundial. Atreverse a tirar botellas de plástico es un crimen menor comparado con el desperdicio helado del siglo. Este acto digno de ser inmortalizado en un meme se merece una investigación y, al menos, diez penalties lanzados por vecinos en un barrio cualquiera de Madrid.
Si algo nos ha enseñado la sabiduría popular es que al hielo hay que respetarlo más que a la abuela con sus chorizos. Ya no basta con acumularlo en el congelador junto a las pizzas olvidadas: hay que tratarlo como si fuera la pelota dorada de la Eurocopa. Porque sin él, Rüdiger, ¡ni Messi lograría hacer magia en el campo!