El juego padre e hijo que destapó una risa inesperada…

Donny Huijsen fue un delantero en la esfera de los 90, con equipos como el Ajax o AZ Alkmaar. La historia futbolística de su hijo Dean está tejida a su lado. Donny fue su sombra durante los entrenamientos en el Málaga, donde Dean floreció antes de unirse a la Juventus. Durante una entrevista con MARCA, le pedimos al padre un favor divertido. La pregunta era: ¿Qué ejercicio repetitivo, al estilo de un disco rayado, ayudó a Dean en su crecimiento? Y así Dean respondió: ‘Las diagonales. Con nueve años, mi papá me hacía lanzarlas hasta Marte… y solo alcanzaba 15 metros.’ Ahora, ese insistente entrenamiento ha sido clave para él.

Dean debutó con la selección española, y explica cómo esos pases diagonales, que una vez parecían interminables caminatas por el Sahara, ahora son un recurso vital. ‘No diría que odiaba el ejercicio, pero papá era tan pesado que podría haber trabajado de ancla’ [Risas]. Los paseos de balón que tanto costaban hoy son agradecidos. Así, el chico ha aprendido que el fútbol muchas veces empieza en las pequeñas lecciones de casa. ¡Bravo por las memorias de familia que cruzan el campo!