Un culebrón digno del VAR judicial…
En un giro de trama que ni el mejor guionista de telenovelas podría inventar, el valiente defensa del Real Madrid, Raúl Asencio, se enfrenta ahora a más peligros que un delantero con pies veloces. Según el juez, Asencio pidió un vídeo al más puro estilo de «Yo no sabía que era un pingüino disfrazado de delantero» y lo mostró como si fuera un truco de magia barato en un WhatsApp de un solo visionado. ¡Chapó por la originalidad, Asencio!
Todo comenzó en el soleado Beach Club de Gran Canaria, donde, entre chapuzones y toallas, la fiesta se calentó más que una parrilla en pleno agosto. Allí, Asencio y un grupo de excanteranos del Real Madrid compartieron momentos con tres chicas. Fue entonces cuando la situación se volvió más confusa que un árbitro intentando entender el sistema de fuera de juego en un videojuego. Un vídeo sin permiso, varios móviles de por medio y una cadena de mensajes que haría temblar a cualquier pro de las redes sociales.
Y como si de una tragicomedia se tratara, el juez nos relata escenas más cinematográficas que las de una serie de suspense. Asencio es acusado de ver, guardar y compartir un vídeo que tuvo más pases que toda la temporada de la liga. Ahora, el campo de juego es el juzgado número 3 de San Bartolomé de Tirajana. ¡Qué tiempos serán estos cuando hasta para revisar un vídeo se necesita juez y linier!