Claro-oscuro en el centro del campo…
¡Alerta, alerta! El Real Madrid está en modo caza submarina y nos viene con un saco lleno de fichajes que parecen sacados de una fábula. Primero, Huijsen, el central que promete defender como un león asustado. Resulta que tiene la madurez de un sabio ermitaño y calidad donde otros solo tienen agujeros en los calcetines. Vamos, que lo de tener 18 añitos es un mero disfraz para este prodigio de la defensa.
Mientras tanto, Alexander-Arnold aterriza dispuesto a abrir cualquier lata de gol con su sorprendente precisión. Criado en la jungla futbolera de Liverpool, llega como el lateral derecho indispensable, con un golpeo de balón que no solo puede romper redes, sino el récord mundial de reventar botellas de refrescos sin esfuerzo.
Pero ojo al dato, porque Mastantuono aparece y nadie sabe si es un mega refuerzo o solo otro cromo raro para el álbum. La clave que falta, sin embargo, es ese centrocampista organizador que brilla por su ausencia. Algunos dicen que no se puede seguir tropezando con los mismos calcetines desparejados toda la temporada. ¡Después del Mundial, es la oportunidad de pescar un maestro del balón! Si no, habrá que clonar a Modric o que Xabi Alonso se quite veinte años. ¡Cuidado, que el tiempo es oro en el Bernabéu!