Los cinco fenómenos blancos en foco…

¡Hace frío en el trópico! El Real Madrid debutó en el Mundial de Clubes con un empate 1-1 frente al Al Hilal, recordándonos que lo importante es participar… aunque en este caso, era ganar. Mientras el equipo intentaba pasar del medio campo, parecía más fácil comprender las instrucciones del GPS de un submarino que descifrar su ataque. En el banquillo, Xabi Alonso hacía de director de orquesta, aunque solo le faltaba una batuta y un atril para completar la escena.

Vamos ahora con nuestro plantel de superestrellas. Dean Huijsen fue como aquel tío que en las bodas se adueña de la pista de baile: nadie sabía que lo tenía dentro, pero allí estuvo, controlando el balón como si fuera el último croissant en un buffet. Luego tenemos a Gonzalo García, la nueva ilusión blanca. Según dicen, es una mezcla perfecta entre un gato y un ninja del fútbol por su capacidad para moverse en el campo sin ser detectado por los defensas contrarios.

En cambio, Trent Alexander-Arnold estaba más perdido que un pingüino en el desierto. Pero que nadie se asuste, estimó que necesitará unos partidos más para sintonizarse con el resto del eco-sistema blanco. Por último, Vinicius Junior y Rodrygo Goes se disputaban el premio de «el jugador más invisible», aunque bien podría haberse tratado de una competencia de poses fotogénicas. En resumen, mientras unos se levantan, otros tropiezan, y el Real aún tiene tiempo para seguir construyendo y dejarnos boquiabiertos… o dormidos.