El Atlético casi lo logra… pero no…

La verdad es que el Real Madrid en la Champions es como esos villanos de película que nunca mueren. Anoche desenterró una vida extra, superó un gol anotado antes de que la defensa despertara y hasta sobrevivió a una tanda de penaltis digna de una montaña rusa. Mientras tanto, el Atlético tuvo una noche de lo más teatral: comenzó con esperanza y terminó con un sabor agridulce y algo de drama.

Por ahí corría la voz a mitad del primer tiempo que todo corría bien para el Simeone del Atlético. Pues nada de eso. Era más bien como un inesperado meteoro que dejó a todos boquiabiertos, y todo por un pequeño error del Madrid. Los rojiblancos parecían saber latín: evitaron el caos, mantuvieron la compostura y dejaron a los cracks merengues en la sombra.

Pese al gol en contra del vestuario, el Madrid no se dejó enterrar. Como un ave fénix, mejoró en la segunda mitad y tuvo sus momentos de gloria. Mbappé ganó un penalti y Vinicius, en un acto de generosidad, mandó el balón directo a reencontrarse con viejos amigos en el barrio de Canillejas. Sí, el Madrid casi se necesita de una sepultura en cada partido, pero siempre resucita. Al final, se vivió un clásico de Champions donde las uñas mordidas fueron testigos de otra noche épica.