El Real Madrid juega al Tetris con su alineación…
Olvídate de la Revolución Francesa o Industrial, hoy no hay revoluciones en el Real Madrid, aunque Lucas Vázquez en el lateral sería como reemplazar a Da Vinci por un «pintamonas». Mientras tanto, Rüdiger y Asencio se plantan como centrales cual Torre Eiffel de la defensa, aunque Asencio lo mismo pinta una Mona Lisa de esas. Alaba cierra la defensa como quien cierra una tapa de inodoro en plena tormenta.
Fede Valverde, el auténtico Flash de Montevideo, vuelve a su hábitat natural en el centro del campo. Aquí, entre otras cosas, se siente tan cómodo como un lirón en un sofá. Mientras tanto, nuestro querido Dani Ceballos calienta el banquillo, esperando su oportunidad como un león frente al mouse de computadora. Quizás vea su chance de rugir si el partido se transforma en una partida de ajedrez emocionante.
En el laboratorio del profesor Ancelotti, la pregunta del millón y medio de euros es: ¿Rodrygo o Modric? La balanza está tan equilibrada como una maratón de elefantes en hielo resbaladizo. Rodrygo anda flojo últimamente, y meterse al banquillo podría ser como pedirle a la luna que brille sin sol. Pero a lo mejor, un cuarto centrocampista a plena luz del día es el giro de guion que no hemos tenido desde el culebrón de verano pasado.