Todos sanos a excepción de medio escuadrón…
¡Suenan los tambores y redoblan los balones! El Real Madrid retoma los entrenamientos cual circo que despliega su carpa, pero atención, no faltan las bajas. Nuestros héroes, tras una sesioncita de descanso que se pasó tan rápido como un fin de semana en la playa, vuelven a la carga. Con la misma emoción de ver si tus Crocs han sobrevivido el verano, Ancelotti inicia los entrenos y oh, sorpresa, ¿a que no adivinas quién sigue lesionado? Sí, todos ellos: Militao, Carvajal, Camavinga, Rüdiger, Alaba y Mendy. La mitad de ellos se podrían sumar para montar una liga paralela de lesionados de larga duración, ¡sería un éxito rotundo!
Aunque el hospital sigue más lleno que una de esas clases de spinning justo después de las Navidades, llegan noticias como colirio para los ojos. Rodrygo y Asencio, cual pastorcillos en belén, vuelven al redil totalmente recuperados. Y parece que esta vez los astros futbolísticos han sonreído al trío galáctico de Tchouaméni, Ceballos y Lucas Vázquez, quienes esquivaron las sanciones con más maestría que un ninja en una película de serie B.
La veía venir, las canchas reducidas esperaban con ansia a los jugadores madridistas para una sesión de entrenamientos digna de un videojuego pixelado de los 80. Con articularse cual robot en fiesta retro y patear el balón en rondos llenos de mortales y piruetas, los chicos blancos se dejaron la piel. Los jovenazos Campos, Chema y Jacobo Ramón no podían faltar al espectáculo, completando la alineación como si fueran entradas a un concierto de punk a las que no puedes resistir decir que no.