De Paseos Triunfales a Duelos de Infarto…

El Real Madrid, rey de Europa, que convierte las victorias en eliminatorias en una rutina casi tan fácil como comer churros, ha tenido sus momentos de terror en el Bernabéu. Con un eficiente 94,87% de éxito cuando gana la ida en casa ajena, esas dos puñaladas que nos dejaron fuera nos siguen quitando el sueño. Como si a Cristiano se le olvidaran los calzoncillos por fuera del pantalón.

La primera pesadilla reciente ocurrió en 2018-19; una semanasanta futbolística en pleno Madrid, pero sin Carlo ni Jesús entre los presentes. Un Ajax avasallador confundió al Madrid de Solari en su propio feudo, ¡y eso que llevábamos un 1-2 de ventaja! En un acto de autoconfianza épica, Sergio Ramos forzó una tarjeta, que irónicamente se le clavó como arenque en el ojo. Una goleada 1-4 cortó la racha triunfal y nos dejó viendo las estrellas… desde el sofá.

Pero, si uno creía que el karma futbolístico había surgido de repente, es importante recordar 1994-95. Bajo el mando del elegante Jorge Valdano, el Madrid ganó en Odense y se preparó para la vuelta en plan relajado… como un gato tomando el sol. Sin embargo, el cataclismo llegó en el último minuto: un gol danés en el Bernabéu despejó las dudas y envió al Madrid directo a un verano más largo de lo esperado.

Pero, claro, no todo son pugnas; también hay sustos de película. El Leipzig de la temporada pasada, al parecer, vio más Rocky que nosotros y casi remonta un 0-1 que Brahim, en un momento de épica, se trajo de Alemania. Los toros con alas rojas no pararon de empujar, pero Lunin se encargó de detener el alud. Y cómo olvidar al Chelsea casi haciéndonos cambiar la camiseta blanca por una amarilla; fue el exterior mágico de Modric lo que nos devolvió el color.

La Juve en 17-18 nos recordó que ni Ramos forzando la tarjeta ni la chilena de Cristiano nos harían la vida fácil. Para rematar la emoción, tuvimos una pelea con el Bayern, que pareció dispuesta a vender como chocolatinas nuestra ventaja de 1-2. James, en un abrupto cambio de equipo, decidió recordarnos que el fútbol tiene memoria, dejando una herida tenue antes de seguir con una seguridad un tanto comprometida.

Y quién podría olvidar al Schalke 04 de 14-15, que casi nos convierte en el meme del año. En un momento en que planeábamos probar diferentes intervenciones en la Bundesliga, los alemanes firmaron un thriller con suspense, dejándonos a todos al borde del asiento del autobús, mientras mirábamos de reojo a St. James por si acaso…

Las penas pasan, las fiestas no, y los sustos se quedan en el espejo retrovisor mientras estos gladiadores en blanco nos recuerdan que, a la hora de ponerse serios, ni bien ni mal acompañan la melé en la Castellana. ¡Hala Madrid y viva el suspense!