El espectáculo de errores que asombró al Bernabéu…

En una temporada que parece más larga que una cola en el supermercado el día antes del verano, el Real Madrid está haciendo malabares que dejarían boquiabiertos hasta a los payasos del circo. Sin Carvajal y Militao, los jugadores han sido lanzados al campo como espaguetis a ver si se pegan. Y la decisión de elegir a Vinicius como lanzador de penaltis es como intentar clavar un clavo con una banana. ¡Con razón el Bernabéu ha empezado a sonar como un concierto de grillos a la hora del postre!

Hablando de sorpresas, parece que el Barcelona tiene el título de Liga casi en su bolso, a menos que decidan darse un descanso y empezar a jugar al golf. Mientras tanto, Carletto tiene que repasar su guion -quizás poner a Mbappé, el mago del penalti de la final del Mundial, como lanzador oficial podría ser una idea menos descabellada que una hamburguesa de chorizo. Nadie discutía los lanzamientos de Cristiano aunque fallara catorce, ¿eh? Así que tal vez sea hora de dejar de improvisar como un jazzista después de mucho café.

Mientras Fran González vivía su debut como un karaoke en un concierto de rock, el georgiano Mamardashvili parecía tener más manos que un pulpo en un buffet libre. Nueve paradas y hasta un penalti a Vinicius que ni siquiera Messi habría imaginado en sus sueños más locos. Y pobre Camavinga, que de ser la chispa eléctrica se ha convertido este año en un fueguito a pilas. ¡El circo del fútbol se superó a sí mismo, señoras y señores!