Mbappé, el nuevo Superman del Real Madrid…

¡Paren las rotativas! En el Real Madrid, lanzar un penalti se ha vuelto un acto más complicado que resolver un cubo de Rubik de 10.000 caras en la oscuridad. Ancelotti, con su bigote de sabio, ha bajado del banquillo-cielo para resolver este enigma más críptico que un mensaje en botella de pirata. ¿Su estrategia? Poner a Mbappé al frente, cual superhéroe con su capa de penaltis. Todo un valiente, sabiendo que Vinicius ya ha quedado atrapado en la telaraña de errores como quien pisa cien chicles prehistóricos en un parque.

Vamos a dejar algo claro, en este equipo fallar penaltis es casi un deporte en sí mismo. Vinicius lleva dos pifias como quien colecciona cartas de Pokémon. Mbappé ha contribuido al álbum de fallos en noches llenas de champán y lagrimas contra Liverpool y Athletic. Y Bellingham, que tuvo su lío con el palo en Mestalla, parece más listo que un pez en el agua… al menos consiguieron remontar. Eso sí, a estos artistas del error, se suma el eterno Modric, quien dice que el penalti es como un vino francés en Berlín: confuso y difícil de tragar.

De hecho, hasta el balón lleva un contador en el dorsal para las veces que se resiste al abrazo de la red. Los culpables, por otra parte, tienen menos puntería que un pirata tuerto lanzando dardos en alta mar durante una tormenta. Pero vamos, que no cunda el pánico, que la liga sigue ahí, más reñida que la fórmula de la Coca-Cola con Pepsi. Lo cierto es que pese a todo, los blancos son expertos en resucitar cual ave fénix en las tandas de penaltis cruciales, más resistentes que una cucaracha en un programa de supervivencia. ¡A seguir intentándolo hasta que el balón entre, aunque sea por cansancio!