Guardiola se salva y Xabi se quema…

¡Atención, amigos del balón! Imaginad un Mundial de Clubes convertido en la poción mágica que resucita a equipos como el City y el Madrid. Estas escuadras han viajado a tierras lejanas con maletas llenas de ilusiones y un par de calcetines sin pareja, ¡todo un ritual futbolero! Pero seamos sinceros: necesitaban este torneo como un tiburón en el desierto; sus títulos polvorientos necesitaban pulirse y qué mejor que una alfombra mágica organizada por la FIFA.

Pep Guardiola, con su varita mágica de tácticas, decidió que era hora de hacer desaparecer las críticas con un toque de ilusionismo en forma de victoria. Imagen lingote de oro, brillando y reluciente en sus manos, mientras las críticas huían despavoridas al estilo de dibujitos animados. En cambio, Xabi Alonso parece haber olvidado el conjuro mágico del «ganadorum facilitanum» y sigue recibiendo más pedradas que un escaparate en rebajas.

Y mientras tanto, el Atlético de Madrid observa desde la distancia como quien ve a un primo segundo competir en un concurso de canicas. Ni se les ve ni se les espera, todavía en esa eterna espera del bus milagroso que les lleve al país del descanso definitivo. ¿Qué será de estos equipos? ¡Habrá que esperar a ver dónde aterriza la próxima pelota voladora!