Sevilla contra el Dream Team de Bajas…
¡Atención, afición! El partido del siglo (que probablemente no veas) está aquí: Sevilla vs. Real Madrid en el mítico estadio Pizjuán, donde los sueños de victorias se mezclan con los rumores de picnics. ¡Sí, un partido sin nada en juego, tan emocionante como una tarde de domingo viendo crecer el césped! El Sevilla, ya salvado de las garras del descenso, se enfrenta a un Madrid que ha dicho adiós a la Liga como uno dice adiós a los propósitos de año nuevo en febrero. ¿La misión? Convertirse en el mejor equipo funeral de la temporada y darle a Mbappé el codiciado Pichichi. ¿Lo lograrán o será un show de malabares con las bajas de Ancelotti?
Y aquí llegan los jugadores del Sevilla, más impredecibles que el clima en Londres. Joaquín Caparrós ha montado un equipo tan heterogéneo que parece que están seleccionando el reparto para una comedia de situación, con más canteranos en el campo que un concurso de talentos juveniles. Kike Salas está de vuelta, Isaac Romero también, pero nada es seguro. En el palco, eso sí, la tensión se puede cortar con un cuchillo (ojo con los muñecos colgantes). Eso es más sobrecogedor que ver a tu suegra al amanecer. La afición pide respuestas, ¡y lo hace vaciando las gradas!
Y qué decir del pobre Real Madrid, que llega con más bajas que estudiantes en día de examen sorpresa. Además de Lunin, Lucas Vázquez y Tchouaméni (quien finalmente encontró la salida del laberinto de bajas), el club ha perdido a Asencio. Pero no desesperemos, porque nada detiene a este Madrid ni aunque lo persiga un rebaño de ovejas. En el campo veremos a Lunin tratar de salvar todos los goles mientras los nombres en los dorsales se mezclan en una sinfonía digna de un festival de verano. Con un poco de suerte, Mbappé ganará el Pichichi, ¡aunque tendrá que correr tanto que ni Usain Bolt en sus mejores tiempos! ¿Quién ganará? Tal vez el balón, que quedará perfectamente redondo de tanto ir de un lado a otro.