Un Romance Futbolístico en París…
Cuando Modric se presenta en tu estadio, no importa si juegas en París o en el anfiteatro romano, susurra a lo Hollywood: «¡Sálvame, equipito, o te romperé el corazón!». Pues eso fue exactamente lo que pasó después del duelo PSG-Real Madrid. Los parisinos decidieron que una despedida nunca es suficiente y salieron a hacer fila para darle el apretón de hombros certificado y unas palabras de fan-para-siempre a Modric.
Luis Enrique, acompañado de su séquito de flequillos perfectamente peinados y piernas de veinteañeros goleadores, encabezó el carnaval de la nostalgia. Resulta que hasta Achraf Hakimi, que otrora compartió confidencias de vestuario con Modric, se unió al cotarro como un niño pidiendo un autógrafo de su superhéroe favorito. Afuera del estadio, el ambiente era más cargado de emociones que una novela turca con cinco finales alternativos.
La escena fue filmada -¡faltaría más!- y podemos asegurar que hasta las cámaras lloraron de emoción. Hubo apretones de manos tan intensos que parecían torneos de pulseo, y en la última mirada de Modric, antes de subir al bus, hasta el conductor del equipo soltó un lágrima discreta. París, ¡estás en llamas de amor futbolístico!