El fútbol a precio de caviar beluga…

¡Pónganse cómodos y ajusten sus cinturones de oro! Llegamos a la semifinal del Mundialito de Clubes, más esperado que el reencuentro de unas cangrejeras con el verano en Benidorm. El PSG y el Real Madrid tienen bronca en el campo y, claro, en los despachos de sus presidentes, que se pelean por ver quién lleva el traje más caro. El espectáculo promete tanto que la FIFA ya se frotaba las manos como un campeón de billar, pero lo cierto es que, fuera de Miami o Los Ángeles, el tirón del fútbol es como el de un chicle de hace meses en Norteamérica: pegajoso, pero no irresistible.

Las entradas para este PSG-Real Madrid cuestan entre 180€ y el precio de unas vacaciones en Hawái: 860€ si quieres ver a Mbappé jugar contra su antiguo equipo. Pese a todo, la FIFA ha tenido que rebajar los precios como si fuera día de rebajas, porque al principio eran de 650€. En cuanto a las experiencias VIP, cuestan desde 333€ hasta los 2.292€. Ya sabes, ¡solo faltan los masajistas y un cóctel al estilo James Bond para sentirte como un marqués del balón!

Mientras tanto, el Fluminense-Chelsea vive en la guía del superviviente con entradas desde 35€. Podríamos decir que ellos son el Ron Weasley del torneo: no los quieres al principio, pero al final te conquistan el corazón. Con una campaña de marketing digna de un superhéroe tratando de salvar al mundo, la FIFA invirtió 50 millones de dólares para vender más entradas. Eso sí, si quieres sentir cómo caen goles en tu corazón, el Real Madrid es el rey del mambo con un promedio de 67.246 espectadores, ¡un 94,6% de asistencia simplemente brutal!