¡La boda del siglo (otra vez)!…
¡Atención planeta fútbol! En un segundo asalto amoroso que ni los mejores remakes de Hollywood, Endrick, el astro del Real Madrid, y Gabriely, su flamante esposa modelo, han vuelto a dar el ‘sí, quiero’ con más estilo que un pase en el minuto 90. Esta vez, acompañados de un séquito en blanco y negro que parecía sacado de una peli de espías. ¡Blanco para los protagonistas y negro para los sospechosos invitados! Y como todo en la vida tiene su razón, la ceremonia se realizó en una finca que más que finca parecía un campo de gol, solo que esta vez el gol lo marcaban ellos con su alianza de amor eterno.
Como si se tratara de una secuela de una saga romántica, nuestros tortolitos ya habían sorprendido al mundo con una boda furtiva en septiembre. Pero dijeron «esperad, esperad… aún no hemos acabado» y ¡tachán! apareció esta oda al amor con los familiares más cercanos. No es broma: juraron en redes que lo que Dios ha unido ni Mourinho lo puede separar. ¡Cómo se nota que el amor no tiene tarjeta roja!
Endrick sigue fuera de juego, lesión mediante, pero mientras tanto, se ha asegurado de crear su propia Champions matrimonial. Firmaron un «contrato de pareja» con prohibiciones dignas de una escena de comedia: taparon las palabras más absurdas de sus mensajes como si fueran chistes malos. Nada de kkk ni um, ni siquiera un «vale» despistado. ¡Quiere decir que hasta conversando son un par de genios futboleros rompiendo reglas, en casa y en el campo!