El Mundial de Clubes invade las carteras…

Si pensabas que conseguir entradas para el Mundial de Clubes era más fácil que hacer una tortilla francesa, piénsalo de nuevo. Este año, la FIFA nos hace correr más que Mbappé en un contraataque lanzando nuevas entradas para la fiesta futbolística más grande desde aquella vez que Pelé jugó a las chapas con Maradona. Y claro, como ya era de esperarse, los gamberros de Boca Juniors y el Real Madrid se llevan la palma con sus partidos, atrayendo más atención que un perro verde en un desfile de gatos.

Los duelos más codiciados incluyen desde el Bayern devorando todo lo que encuentra a su paso hasta un Real Madrid buscando perlas en el desierto contra Al Hilal. Incluso los pobres jugadores de Auckland City están agotados de tanto correr, y eso que nadie esperaba más de ellos que de un burro jugando al ping-pong. Y entre tanto follón, tenemos a la élite futbolística —los jugadores The Best— agarrando sus entradas con más seguridad que Ozil un pase. ¿Quién se iba a perder la posibilidad de ver sus regates pirulescos en directo?

Parece que media galaxia futbolera ha pillado entradas, desde EEUU abriendo la cartera como quien come pipas hasta hinchas de Japón practicando su mejor «¡Vamos!» A partir del 14 de junio, el balón echa a rodar en estadios donde rodarán menos pelusas y más sueños de campeones. Se sortearán pases perfectos, tiros largos y, probablemente, muchas caídas de pajarita. El 13 de julio, la final quizás nos depare un espectáculo digno de película de Steven Spielberg, protagonizado, quién sabe, por el camarero del bar Salvador o el mago de los goles aún por revelar.