Un templo de contrastes a lo “Stadium of Mysteries”…

¿Qué tienen en común un templo antiguo y el Estadio Da Luz? Ambos son lugares donde se viven historias legendarias, misteriosas y un poco… ¿embrujadas? Aquí, el Real Madrid se siente como en casa cada vez que recuerda esa “Décima” llena de emoción, ya que Sergio Ramos convirtió la red de la portería en un suvenir personal.

Avanzamos seis años y encontramos al sable láser del Bayern convertido en madera para un fuego de campamento, asándoles un 8-2 al Barcelona. Claro que los culés intentaron construir una fortaleza nueva con un épico 4-5 en su último enfrentamiento, en un intento por olvidar la hecatombe digna de película.

Lo que Da Luz tiene de grande en capacidad (65.000 espectadores), lo tiene de travieso en historia. Construido para la Eurocopa de 2004, donde los anfitriones portugueses perdieron ante Grecia, el estadio es un anfitrión impredecible.

Ubicado como estrella arquitectónica en Lisboa, Da Luz no solo hace vibrar a los futboleros. También ha recibido a Taylor Swift, mostrando que puede cambiar balones por guitarras cuando la ocasión lo requiere. Por ahora, el águila del Benfica contempla estos dramas humanos desde las alturas, preguntándose qué historia hilará la próxima vez.