De campos de juego a centros de entretenimiento total…
Los clubes de fútbol han decidido que los estadios ya no solo son para ver a tus jugadores favoritos correr detrás de un balón; ahora también puedes saborear un sushi exquisito o admirar obras de arte culinarias en medio de un partido. Es como si Superman decidiera abrir una tienda de helados en lugar de salvar el mundo. En el Santiago Bernabéu, la Hospitalidad VIP Corporativa ofrece un palco de 600 metros cuadrados con un bar tan elegante que hasta James Bond se cambiaría al martini agitado, no revuelto.
Por supuesto, no todos tienen la misma sed de adrenalina, algunos prefieren saborear la vida a su manera. En el Allianz Parque de Brasil, puedes disfrutar de un tatuaje mientras comes un delicioso trozo de carne o exploras la decoración musical del Hard Rock Café. Imagínate pedir un tatuaje de Lionel Messi y acabar grabando un bocadillo en tu brazo. La comida y la música ahora son el verdadero espectáculo, convirtiendo cada visita al estadio en un evento digno de alfombra roja.