De jugador a técnico en tiempo récord…

¡Atención, habitantes del planeta fútbol! Filipe Luis está haciendo magia desde el banquillo del Flamengo, y no hablamos de trucos baratos con naipes. En menos de un año, este ex futbolista y aprendiz de hechicero del césped ha pasado de sudar con el balón a liderar con la pizarra. Con 39 añitos, lo que en términos de entrenador es apenas un kinder sorpresa, ha logrado un hat-trick de títulos que haría que el mismísimo Aladdin se pusiera verde de envidia.

En un abrir y cerrar de ojos, o mejor dicho, en lo que se tarda en hacer el saludo característico de Simeone, Filipe pasó de jugador a superentrenador. Todo comenzó cuando se calzó las zapatillas deportivas del sabio Tité y guió al Flamengo al éxito, ganando la Copa de Brasil como si estuviera recogiendo naranjas en su propio jardín. Pero eso no fue todo. Con apenas 24 partidos, ya puede presumir de ser el Neymar de los banquillos, con más títulos que Disneylandia entradas vendidas un fin de semana.

Si al final FIFA nos lo trae a casa, será meterse en un avión rumbo a Canarias con una sonrisa ante su ex Chelsea, que, recordemos, fue un amor veraniego que no caló mucho. «Estar aquí es cosa de magos», dice Filipe al pasar la escoba por la historia y más cuando uno de sus hechizos reveló que Simeone tiene la llave del éxito guardada bajo un sombrero de copa. Filipe Luis sonríe como quien ha encontrado WiFi gratis y promete seguir encantando, porque su varita futbolera parece tener aun muchos goles por hacer.