Las Palmas, el Benfica y una defensa arbitral…

Hansi Flick, el hombre que preferiría adoptar un árbitro antes que perder un partido, nos regaló hoy una rueda de prensa digna de un monólogo. El técnico alemán, desde la soleada Gran Canaria, comentó sobre el crucial partido en LaLiga contra Las Palmas, como si hablar de la crisis económica mundial se tratase. «Estamos muy centrados y preparados», decía Flick, probablemente mientras ajustaba su corbata invisible.

Además del drama en las islas, Flick comentó el próximo duelo titánico contra el Benfica en la Champions. «No es fácil medirse a ellos», admitió, lo que debe ser su forma de hacer cumplidos, como cuando dices que tu abuela es una ‘influencer’ del calefactor.

Por supuesto, también habló del Real Madrid, y casi le faltó sacar una bufanda blanca del bolsillo. «Es un equipo muy fuerte», comentó con tanta convicción que podrías pensar que está haciendo audiciones para un reality show de fans merengues.

Sin embargo, lo que realmente marcó la diferencia fue su apasionada defensa de los árbitros. «¡Hay que protegerlos!», exclamó, imaginamos que con el fervor de un paladín que sale a rescatar princesas de dragones llevándoles VAR en lugar de espadas. «Son humanos», decía, como si alguno de nosotros sospechara otra cosa. Se quejó de que los árbitros tienen a sus familias preocupadas; tal vez porque últimamente sus hijos reciben más rechazos que jóvenes en apps de citas.

Y hablando de citas, Flick recordó también que no recomienda a nadie enfrentar a Las Palmas confiado, «Son mejor equipo de lo que parece», aseguró, mientras apartaba el desierto de dudas que podía haber sobre el conjunto canario.

Pero Flick no se detiene. El hombre planea la dosificación de sus jugadores como si estuviera decidiendo qué sabor de helado comer durante una maratón de 45 grados: con mucha estrategia y algo de desesperación.

Finalmente, dejó claro que si pierde, no es culpa del árbitro —algo que probablemente causó más sorpresa que una paloma futbolista. Y sí, suena demasiado sensato para un mundo donde el VAR se inventó para hacernos debatir más, pero oye, alguien tiene que traer serenidad al caótico mundo del fútbol.

Así que allí lo tienen, Flick nos recuerda que debemos proteger a los árbitros, como si fueran una especie en peligro de extinción, mientras nosotros nos agarramos a nuestras sillas esperando el próximo partido con más nervios que en la final de «MasterChef». ¡Suerte, Flick, que aquí hay que ganar con humor y goles!