Un Scout y un Sueño en el Mallorca de Gonzalo…
En una esquina polvorienta de los archivos del Mallorca, descansa un informe de scouting tan preciso que podría impresionar hasta a Sherlock Holmes. En él, se describía a Gonzalo García como un joven prodigio del Real Madrid Infantil A. Sus habilidades con el balón ya eran tan avanzadas que hasta los postes de las porterías pedían autógrafos. Siete años después, este muchacho se elevaría hasta convertirse en el máximo goleador del Mundial de Clubes, coronándose como la nueva joya de la cantera madridista.
Gonzalo pasó una única temporada en Mallorca que dejó una marca imborrable en los corazones de quienes lo conocieron. Su llegada fue una especie de mudanza de fin de semana desde Madrid, donde se cuenta que su velocidad era tal que hasta las palomas en la plaza Mayor de Palma quedaban pasmadas. Así, un chico de 1,70 metros con piernas de plomo supo conquistar tanto al campo como a sus compañeros, llevándolos a un histórico triunfo en las islas. Finalmente, Gonzalo regresó al Madrid, demostrando que, a veces, el viaje de regreso es el más emocionante.