Gonzalo irrumpe, pero Mbappé no se inmuta…
Imaginen, queridos lectores, un mundo donde los tercios de la mesa de La Tribu se emocionan más que ver a un pingüino en pijama. Esa fue la sensación cuando Gonzalo Miró comparó la irrupción de nuestro joven Gonzalo García (al que a menudo llaman «el Asensio 2.0») con la situación futbolística más debatida bajo el sol, ¡tanto que hasta el mismísimo Cristiano Ronaldo diría «demasiado drama, chicos, demasiado drama»!
En el reino de los tertulianos, ahí estaban David Bernabéu y compañía, cual caballeros medievales debatiendo los méritos de Gonzalo frente al gigante Mbappé. «¡Cómo comparar a un unicornio con un dragón que escupe fuego en el Bernabéu!», exclamaron. Según Miró, la irrupción de Gonzalo ha sido tan brillante como un chispazo de luz en el espacio infinito, pero vamos, que sentar a Mbappé es como pedirle al oso Yogui que deje de robar cestas de picnic.
Y hablando de decisiones arbitrarias, el pobre seleccionador Luis de la Fuente intentó jugar al álgebra futbolística: «¿Cómo sumar a Gonzalo sin dividir a Mbappé?», se preguntaba. La clase magistral de elegir entre jugones nos dejó a todos tan confundidos como cuando un árbitro da un gol inexistente. Así que, en resumen, Gonzalo todavía no es el Messi de la selección, pero bueno, el tiempo y las botas bien atadas lo dirán. ¡A ver si en la próxima temporada la calculadora tiene otra opinión!